INVERSIONES RENTABLES AGRICOLAS

Muchas crisis se han dado en el mundo. Recordamos las financieras que de una u otra forma han pasado. Reciente, esta pandemia mundial que generó muerte, desempleo, improductividad, cierre de muchas industrias y pérdida de valor de los negocios. Pero hay un factor común, en un sector particular. Donde hay activos asociados a la tierra y desarrollo agrícola, el daño es mucho menor o no tan notorio. Sin pensarlo mucho, aparece un actor que puede jalonar la reactivación económica.

Por otro lado, el problema de la alimentación mundial continúa. Al 2050 la población crecerá alrededor de  9.000 millones de habitantes aproximadamente y las Naciones Unidas estima que la oferta de alimentos deberá aumentar entre un 25% y hasta un 70% para poder cubrir la demanda de esa población.  Otros estudios indican que los alimentos no escasearán.  Presentan más bien el problema desde el tema de distribución, conservación y acceso. Es decir, la intervención debe hacerse en la cadena productiva del sector. Pero es claro que la disposición de tierra y agua para producir alimentos es escasa o al menos limitada en muchos países. Y si a esto le sumamos variables como una urbanización creciente y temas de cambio climático, la tierra productiva se convierte en un bien aún más escaso y valioso. Por ello, el desarrollo agrícola y todos sus componentes se ha convertido en un importante foco para la inversión en tiempos difíciles o de crisis. Aunque se puede pensar sin temor a equivocarse que esto no cambiará, al menos en el corto plazo.